martes, 29 de abril de 2014

Insomnio




Mi consciencia la definiría como un montón de pensamientos acosadores,
pensamientos que pareciera, se piensan a sí mismos.

Busco que mi corazón silencie este bullicio,
que me habita,
y que me mata.

Tanto pensar y pensar se ha vuelto un castigo,
me gustaría escuchar el silencio de mi ser,
dormir el caos de mi interior. 
Que alguien rece por conseguir mi propia ausencia.

Extrañar mi voz interior, 
quedarme muda del cerebro, 
pero nunca ciega.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Dulces



Recuerdo algo de nosotros.
Recuerdo sudor,
Tu boca era más que eso,
Era un desierto y me perdía,
Era caliente, abrazadora,

Recuerdo que no sabía besar,
Me encontraba ahí,
En la delgada línea entre niña y mujer,
Tampoco sabía del calor entre mis piernas,
Ni de lo dulces que pueden ser mis tetas,

Me recuerdo más tirada que la alcoba,
Las caricias deshacían la cama,
Me enseñaste que el faje es una droga dura,

Era un desierto y me perdía,
Era la luz tenue y tú lo que me enamoraba de esos días.


Fajes alborotados,
Mamadas celestiales
Y penetraciones de animal.

Éramos eso y nada más,
Nunca aspiramos a algo mejor.

viernes, 6 de septiembre de 2013

La cama sucia






















Me encontré mi libreta y este poema un poco viejito:



Nos despertamos temprano,
el sol apenas nacía,
y la habitación se llenaba de una luz azul que sólo he visto aquí.

Después de llenarme de su semen,
instantáneamente se volteó,
para no saber nada de mi.

Me sentí arrumbada,
atropellada por sus caricias,
porque, por más que uno esté cansado,
siempre quedan fuerzas para un abrazo;
aunque sea un beso,
aunque sea un susurro mudo,
o un aliento de satisfacción.

Y yo sé,
que si no le hubiese comentado nada,
él no estaría acariciando mi muslo,
con su ternura innata.

Pero yo le enseñé,
que así podía reparar sus errores sobre mí:
con una caricia,
con un beso;
porque yo no pido más a cambio,
él no ha aprendido a decirme perdón,
tampoco a repararme de un modo menos doloroso.

Y a veces sólo quiero que se acuerde de mi,
para no sentirme como una almohada más,
violada por él,
desposeída de su amor.



Anais Ferrer

sábado, 10 de agosto de 2013

La verdad























Dicen que el tiempo lo cura todo, pero la ambigüedad de esta frase hace que se jodan mis esperanzas, quien la inventó no dijo cuánto ni de qué modo. ¿Qué tal que el tiempo cura las cosas con la muerte?. En fin, vivo con ello.

Pasaron muchas cosas, pero creo que sólo sé el uno por ciento de ellas.


Me duele la cabeza, siempre intento solucionar las cosas que me hacen sentir mal, intento encontrar rompecabezas que ya no tienen la forma original. He perdonado, pero no sé qué es exactamente lo que perdoné, porque todo fue borrado, pero perdoné; tuve que hacerlo. Porque aunque yo no quiera, siempre perdono involuntariamente, creo que no tengo el suficiente orgullo o seguridad como para decidir no perdonar.Olvido todo, pero esta vez no, no puedo olvidar porque no tengo cosas que olvidar, uno olvida cuando se entera o vive los hechos, pero yo no los viví ni me enteré bien de nada. Sólo asumí cosas y vivo imaginándome cosas, porque las cosas reales desaparecieron, no hay evidencias ni certezas. Por lo que no puedo olvidar algo que nunca viví. Es en cierta forma, una sentencia para mi corazón y mi mente, siento un nudo y algo que se quebró en algún lugar de mi piel, de mis labios, de mi sexo, de mis manos y de todo lo que fue ultrajado por la mentira.


Justo ahora quiero vomitar, y todas las noches y cada vez que intento resolverme.


Busco salidas que no digo porque parecen muy complejas, me gustaría que al arreglar mi alma, no tuviera que molestar a los demás.


Yo no me hice este daño. Y sin embargo debo luchar por encontrar la manera de repararlo. Porque así de injusta es la vida. No, la vida no; más bien, la gente es injusta y olvidadiza del prójimo.


Tal vez es porque estoy cansada de lidiar con estas situaciones, tal vez por flojera resulta que siempre pienso como una opción el suicidio, y de manera natural y casi espontánea . Siempre queda en por lo menos mi tercera opción de soluciones.


No es por ser dramática, es porque estoy cansada que lo pienso. Pero como no quiero ser dramática, no lo hago, ha de ser un hecho que produzca muchos eventos posteriores, como todo,siempre hay una reacción.


Mi mamá dice que la depresión es el odio a uno mismo. Pero lo que yo tengo no es depresión, es una especie de caos, formado por pequeños nodos regidos por muchas dudas, dudas del pasado. Por lo tanto, no comprendo mucho del presente y de cómo llegué a esta situación.


Lo cierto es, que las dudas nos hacen pensar y pensar, por eso me duele la cabeza, porque pienso por cada duda que tengo, al menos unas 50 respuestas. Estoy ahogándome en respuestas que quien sabe si tengan algo de verdad.


Pero no me gusta decir nada, cuando uno expresa realmente lo que hay dentro de su mente, los demás no comprenden, buscan maneras de resolver tus problemas; asumiendo que son eso; problemas. Pero sólo son cosas con las que se vive y uno se acostumbra a la forma de ser de uno mismo.


Por eso escribo, para desahogarme.

Sólo me queda escribir para que no me dé cáncer.

lunes, 5 de agosto de 2013

Rompecabezas






























Pienso en ti y en cada parte de tu cuerpo,
yo busqué la forma de completar el rompecabezas de tu cuerpo,
encontré tantos lugares,
tantos descansos en tu piel que se volvieron mis sitios preferidos,
como tu boca; en silencio o como fuera: era exquisita.

Incluso tu espalda,
para mi era un monumento fantástico de tu virilidad.
Y te abrazaba,
tan fuerte como me lo permitía el cansancio de mi sueño.

 Y luego tus ojos cerrados,
como rezando,
como deseando;
adoraba verlos,
con tus pestañas largas y caídas,
como robadas a un ángel.

Así fue como empecé a sentir que no podría sentirme así ni acoplarme así con alguien que no fueras tú.

Mi cuerpo se acostumbró al tuyo, sin embargo cada día despertabas mi
 una terrible curiosidad y el calor romántico que siento en mi pecho ahora.




viernes, 2 de agosto de 2013

Vida





























Morir de sed,
Cuando me faltan tus besos.

Morir de hambre,

Cuando falta tu cuerpo.

Morir de tristeza,

Cuando falta tu silueta en mis ojos.

Morir de engaño,

Cuando compartes tu miel.

Morir de soledad,

Cuando tengo en el corazón, en la piel y en la memoria todo lo tuyo, menos a ti.

Morir de amor,

Todas las muertes anteriores sumadas en un frágil corazón.

[ Anais Ferrer ]




viernes, 29 de marzo de 2013

Hace casi un año.

































Hoy me han roto el corazón, así de fácil. Pero me puse a escribir y a abrir archivos que había escrito hace mucho, comparto uno a continuación con mucho cariño, los comentarios son bien recibidos y no necesitas cuenta para postear. Ahí va, este texto lo empecé a escribir en mi mente, la primera vez que viajé a Chile a buscar el amor, realizando un sueño y un proyecto que me propuse:





Cuando nos acostábamos en tu cama,
juntos,
con la media luz de tu lámpara,
y yo no podía dormir,
aunque hubiese estado cansada de caminar todo el santo día
 me pegabas tu insomnio,
ahí me tenías con harto sueño e insomnio a la vez.

También me gustaba verte,
contemplarte;
me preocupaba mucho el poder guardar tu imagen
 para el resto de las noches
que no te tuviera conmigo.

Estaba feliz de estar ahí,
a kilómetros de mi casa,
en un lugar en el que nunca había estado,
sintiéndome tan familiarizada con el entorno,
con tu aroma,
con tu piel,
con tus caricias,
con tú y yo juntos; por fin.

 Me sentía muy bien,

lo cual contrastaba con un sentimiento de tristeza profunda,
porque sabía que no duraría,
yo me tendría que ir,
sabía que el memorizar todo
era parte de mi agonía,


¿Por qué no olvidar todo como siempre lo hago?.

 Pensaba mucho cuando me volteaba al otro lado de la cama,
Y me sentía extra-extraña,


pero al verte no podía pensar en nada,
sólo en ti.


El punto es que me sentía despierta,
tan cansada,
tan insomne,
tan feliz y triste,
que me sentía viva.

Contigo siento muchas cosas,

no todo es liso,
no todo es gris,
no todo es normal.


Era extra-espacial estar contigo,
me sentía extra-espacial por sólo estar contigo.

porque jamás me había sentido así.



[ Anais Ferrer ]

viernes, 9 de noviembre de 2012

Quiero que haga frío




Mientras te extraño me duele,
Me duele tu acento que no encuentro en ningún lado,
Me duele la caricia que dejaste en mi piel cada noche,
Me duele tu ausencia en todas partes,
Me dueles de lejos pero me dueles tanto,
Me duele el beso que no te he dado.

Quiero que haga frío y que estés cerca,
Vivir todos los crepúsculos dormida en tus labios, vencida por el aroma de tu piel; 
con el corazón cansado de amarte tanto.

martes, 6 de noviembre de 2012

Todo sin ti






































Frío poeta, que conservas el calor en un verso maldito.
Que matas mi ser cada que puedes y que me revives con un beso vacío.
Sólo tengo tu ausencia y tus susurros, tal vez un beso que dejaste en mi hombro desnudo. 
Tengo también el recuerdo de una carta que le escribiste a una de tus putas.

Ya no te quiero haciendo calor en mi cama,
ya no te quiero robando el poco aire que queda en mi corazón,
ya no te espero junto a un reloj que se detuvo en invierno,
ya ni te extraño cada que abro los ojos.
Ya no necesito que me escribas como nunca lo hiciste.
Ya no espero que me puedas defraudar más.

He podido hacer todo sin ti,
he podido escribir,
he podido beber té de moras,
he podido morirme de calor en la cama de otros hombres.

También he podido besar de nuevo, aunque con los ojos abiertos y los labios medio secos.
Extraño más el infernal frío que tu calor sudoroso.
Dejé de recordar hace mucho, desde que aprendiste a herirme.

No sé si tú eres más extraño que yo,
Como sea, yo no salgo perdiendo porque nunca diste nada; en cambio tú, 
perdiste aquello que te ofrecí.
Todo mi amor y mis besos, mis piernas ya no son tuyas.
Sé que en tu mente hay muchas putas como para que puedas recordarme,
sé que te importo sólo cuando te das cuenta que necesitas amor.

He podido hacer todo sin ti,
he podido escribir,
he podido beber té de moras,
he podido llorar,
he podido reír sin tus chistes,
he podido tejer flores de colores,
he podido sentir la pasión de otros hombres.

Me he cansado de ti pero no de amarte.

[ Anais Ferrer ]


domingo, 30 de septiembre de 2012

Cierro los ojos...




Bienvenidos sean los comentarios... no necesitan cuenta para postearlos. Saludos gratos.

                                           

                                             
                                             

                                           
                                             

                                           
                                             

                                           
                                             

                                           
                                             .

domingo, 5 de agosto de 2012

R




Encuentro en ti la promesa del cielo y del infierno,
la promesa de lo que no encuentro y de lo que siempre tengo,
encuentro en ti todo lo que la nada tiene,
en tu beso roto,
en tu sombra dormida entre mis párpados,
en tu presencia ausente en cada una de mis noches muertas,
en mis instantes vacíos de ti.

Encuentro en ti todo aquello que echo de menos.

[ Anaís Ferrer ]


Son bienvenidos los comentarios, no necesitas cuenta.

lunes, 28 de mayo de 2012

No te extraño






Hoy pasé por tu casa,
pero más que por tu casa,
pasé por mil recuerdos,
pasé por ti.

Pasé por los besos verdes,
que algún día escondi debajo de tu almohada azul.

Pasé porque tu aroma aún vive en mi piel,
pasé para ver tu espejismo sonriendo,
mirándome como antes.

Pasé para que sin querer me encontraras,
pero nunca te vi,
nunca te volví a ver.

Pasé para ver si la nostalgia tuya,
se junta con la tristeza mía.
Para ver si los labios tuyos,
reconocen los labios míos.

Pasé para recordarte que un día te dije Te Amo,
para avisarte que ya estoy bien,
que no estoy sola,
pero estoy sin ti.
Que es casi lo mismo...

Creo que pasé para escuchar alguna canción tuya,
o para ver si tiraste mis dibujos.

Ahora me doy cuenta que,
el amor dura, pero no es por siempre


Ojalá nunca hubiese pasado por tu casa,
porque recordé por un momentito,
que siempre te extraño.

[ Anaís Ferrer ]


Bienvenidos todos los comentarios, no necesitas cuenta, gracias. :)

lunes, 5 de marzo de 2012

No sé qué sentir



Con tus labios tirados en mis manos,
Y tu mirada sedienta de la mia.
Borramos poco a poco cada abismo,
que nos separa sin razón.

Te toco,
Me tocas,
Nos tocamos,
Hacemos una sola piel,
desnuda del mundo,
desnuda de palabras,
sucia de sudor de amantes.

Tú y yo sólo somos; porque al amor se le ocurrió hacernos,
con la piel rojiza porque somos un amanecer sincero,
como la mirada que sostenemos entre nosotros.

Y te bebo infinitamente,
porque no sé si mañana te vuelva a tener,
no sé si mañana mi piel se llene de sequía,
sequía de ti.

Anais Ferrer

martes, 27 de diciembre de 2011

Juro que yo no quería










Yo no quería quererte tanto,

yo no quería derramar suspiros con tu nombre,
ni quería saber que sin ti el aire también se pudre,
yo no quería soñarte en las madrugadas,
vacías de tu piel.



Enamorarme sin verte,
ni besarte en mi mente,
yo no quería que mi corazón,
se marchitara por tu ausencia.


Ahora sólo quiero estar junto a ti,
y que tus labios me arropen cada noche,
y que imagines para mi,
olas infinitas que podamos cabalgar,
y que por siempre seas mi maldición.

sábado, 8 de octubre de 2011



Pudriéndome en tu espejo,
con la luz de tus ojos
fingiendo mirar mis senos rasgados,
empapados de amor barato.

Ya sólo me queda un poema tuyo,
tatuado en una piedra,
simulando mi epitafio.



[ Ilustración y texto: Anaís Ferrer ]

martes, 2 de agosto de 2011

Para la mujer que aún no encuentro...



He aquí unas letras que escribí a noche antes de dormir, he aquí unas letras de alabanza a la mujer.
Soy mujer, no me gustan los hombres... me gusta él. Pero no pude resistirme ante las mujeres, son el ser más hermoso e imposible de resistir:

Mujer, demonio celestial.
Amor y hermosura de cada uno de mis días.

Sin ti mujer, el mundo no habría conocido la palabra belleza.
Sublime tu forma,
sublime cada instante tuyo,
de niña a mujer.

Mi verdadero ser,
sólo se puede ver reflejado en tus ojos.
Mi tiempo sólo se ha detenido,
con mis ojos encima de los tuyos,
con mis manos que aprendieron a besarte,
ensuciando tu cuerpo con caricias.

Dama mía y a la vez de nadie,
mas que de ti misma.

Quiero que el eco de tu nombre,
palpite por siempre en mi pequeña existencia.

Mi vida consiste en tu contemplación,
consiste en soñar despierto contigo
y luego al dormir
soñar que te sueño.

Te amo porque cada pizca de tu piel es más prohibida,
más prohibida que cualquier fruto que Dios haya creado.
Si es que puedo llamarlo así, pues al sentirte por primera vez,
dejé de creer en él para sólo creer en ti,
creer en ti y en tus mentiras que me encantan.

Mujer, ya no intento razonarte,
sólo bebo lentamente
y derramo cada instante tuyo en mi cabeza,
que si bien, ya no tiene rincones vacíos,
tiene aún la locura para amarte como te mereces.

Tu piel siempre cálida,
tus manos frías que me toman como una madre,
tu carita inmaculada que guardo en mis recuerdos como si fueras un tesoro, como si fueras mi hija.


Ilustración y texto: [ Anaís Ferrer ]




comenta, no necesitas cuenta :)

martes, 22 de febrero de 2011

[ Fragmento de un martes con tu ausencia ]





Hoy tengo muchas ganas de dibujar y andar en bici, extraño mi vida antes de la universidad, podía hacer tantas cosas que ahora me parecen casi imposibles....como, tomar fotos todo el día, caminar y caminar en lugares que no conozco de la ciudad, subir a mi azotea antes de las 7:00pm para ver el atardecer, acompañada de una taza verde y enorme repleta de café, moldear personajes de plastilina retorcidos en todos los sentidos, inventar y cocinar platillos vegetarianos, ir a casa de mi amiga Beba en mi bici Clementina y quedarnos a jugar y platicar en el parque que está frente a su casa, ir con mis amigas a ese café surrealista "El Minichelista", dibujar en cada clase mientras escuchaba al profesor, ir a casa de Karina después de una caminata y acostarme en el piso refrescante de su sala, pasar toda la tarde recortando revistas viejas, leer en una sentada los cuentos de mi hermanito..... hay tantas cosas que extraño, sin embargo me gusta mi carrera, es un tanto demandante pero también es la mejor amante.

Escribí esto para alguien que me decepcionó:

Derrama toda tu sal en mi lago, juntos haremos un pequeño mar
Salpica tu polvo en mi espacio, juntos haremos un pequeño universo 
Y llena mis labios con sus supiros, juntos crearemos un inolvidable beso.

Foto: les dejo ésta imagen, es una foto del atardecer que tomé y edité.... me gusta cuando el sol está apunto de morir para ver nacer a la luna... me gusta cómo se incendia el cielo.

Saludos, buena vibra, comenta no necesitas cuenta: ¿Qué extrañas y por qué?
:D



sábado, 18 de septiembre de 2010

[ Mi cuento favorito ]

He aquí mi cuento favorito...no es para niños (sobre todo por el final):


La Señorita Green
[ Guillermo Samperio ]

Ésta era una mujer, una mujer verde, verde de pies a cabeza. No siempre fue verde, pero algún día comenzó a serlo. No se crea que siempre fue verde, pero algún día comenzó a serlo, hasta que algún día fue verde por dentro y verde también por fuera.


Tremenda calamidad para una mujer que en un tiempo no fue verde.


Desde ese tiempo lejano hablaremos aquí. La mujer verde vivió en una región donde abundaba la verde flora; pero lo verde de la flora no tuvo nada que ver con su verdosidad. Tenía muchos familiares; en ninguno de ellos había una gota de verde. Su padre, y sobre todo su madre, tenían unos grandes ojos cafés. Ojos cafés que siempre vigilaron a la niña que algún día sería verde por fuera y por dentro verde. Ojos cafés cuando ella iba al baño, ojos cafés en su dormitorio, ojos cafés en la escuela, ojos cafés cuando la niña hurgaba en sus calzoncitos blancos de organdí.


Una tarde mientras ella imaginaba que unos ojos cafés la perseguían, la niña cayó del columpio y se raspó la rodilla. Se miró la herida y , entre escasas gotas de sangre se descubrió lo verde.


No podía creerlo; así que, a propósito, se raspó la otra rodilla y de nueva cuenta lo verde. Se talló un cachete y verde. Se llenó de raspones y verde y verde y nada más que verde por dentro. Desde luego que, una vez en su casa, los ojos cafés, verdes de ira, la nalguearon sobre la piel que escondía lo verde.


Más que asustarse, la niña verde entristeció. Y años después, se puso aún más triste cuando se percató del primer lunar verde sobre uno de sus muslos.


El lunar comenzó a crecer hasta que fue un lunar del tamaño de la jovencita.


Muchos dermatólogos lucharon contra el verde y todos fracasaron. Lo verde venía de otro lado. Verde se quedaría y verde se quedó. Verde asistió a la preparatoria, verde a la universidad, verde iba al cine y a los restoranes, y verde lloraba todas las noches.


Una semana antes de su graduación, se puso a reflexionar: "Los muchachos no me quieren porque temen que les pegue mi verdosidad; además, dicen que nuestros hijos podrían salir de un verde muy sucio o verdes del todo. Me saludan de lejos y gritan -Adios, Señorita Green- , y provocan las más tristes verdes lágrimas. Pero desde este día usaré sandalias azul cielo, aunque se enojen los cafés. Y no me importará que me digan señorita Green porque llevaré en los pies un color muy bonito."
Y así, esa misma noche, la mujer verde empezó a pasear luciendo zapatillas azules que les recordaban el mar y las tardes de cielo limpio a quienes la miraban. Aunque dijo "un color muybonito" un tanto cursi y verdemente, sin imaginar lo que implicaba calzarse unas sandalias azules, la suerte le cambió.


Cuando la mujer verde pasaba por los callejones más aburridos, la gente pensaba en peces extraños y sirenas atractivas: una inesperada imaginación desamodorraba las casas.




-Gracias mujer verde- le gritaban a su paso.


Si la mujer verde salía a dar la vuelta en la madrugada, aquellos que padecían insomnio llenaban sus cabezas con aleteos alegres y cantos de aves y vuelos en cielos donde la calma reposaba en el horizonte; luego, dormían soñando que una mujer azul les acariciaba el pelo.


Pronto, la fama de la mujer verde corrió por la ciudad y todos desearon desaburrirse, o curarse el insomnio, o tener sueños fantásticos, o viajar al fondo del cielo azul.


Una tarde, mientras la mujer verde descansaba en su casa, tocaron a la puerta. Ella se arregló su verde cabello y abrió. En el quicio de la puerta se encontraba un hombre, un hombre violeta, violeta de pies a cabeza. Se miraron a los ojos. La mujer verde vio un dragón encantador. El hombre violeta se acercó a la mujer verde y la mujer verde se acercó al hombre violeta. Entonces, un dragón violeta voló hacia la cascada y ahí se puso a jugar hasta que se dejó ir en la corriente de peces.



...y lo que sucedió después queda en tu imaginación.




ilustración: [ Anais Ferrer ]