lunes, 5 de agosto de 2013

Rompecabezas






























Pienso en ti y en cada parte de tu cuerpo,
yo busqué la forma de completar el rompecabezas de tu cuerpo,
encontré tantos lugares,
tantos descansos en tu piel que se volvieron mis sitios preferidos,
como tu boca; en silencio o como fuera: era exquisita.

Incluso tu espalda,
para mi era un monumento fantástico de tu virilidad.
Y te abrazaba,
tan fuerte como me lo permitía el cansancio de mi sueño.

 Y luego tus ojos cerrados,
como rezando,
como deseando;
adoraba verlos,
con tus pestañas largas y caídas,
como robadas a un ángel.

Así fue como empecé a sentir que no podría sentirme así ni acoplarme así con alguien que no fueras tú.

Mi cuerpo se acostumbró al tuyo, sin embargo cada día despertabas mi
 una terrible curiosidad y el calor romántico que siento en mi pecho ahora.




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