Ayer fue un día muy azul...algo feliz a decir verdad; mis calcetines eran de diferente color y la gente caminando junto con la calle hacían el contraste perfecto.
En el callejón de libros me encontraba sola y suspirando por un instante nostálgico que repentinamente llenó el lugar.
Continué mi camino hasta llegar a la zona donde hay muchos cafés...mi paladar atraído por el deseo de mi olfato tenía ganas de tomar uno cargado, pero algo me decía que el cielo iba tornarse oscuro más pronto de lo que parecía y continué caminando... pasando por los ambulantes que coloreaban las calles compré unos inciensos surtidos.
Había tanta gente, tanto bullicio, la gente provocaba algarabía en sus conversaciones; no lo soporté y aunque no soy religiosa decidí meterme al lugar más vacío y callado que encontré: una iglesia. Fue el momento más relajante del día; me senté hasta adelante incliné mi cabeza para ver el piso…supongo que me quedé en estado REM jaja porque pasaron como 20 minutos de los que no tuve noción.
Después de darme ese momento de meditación fui rumbo a mi casa en metro pero algo ocurrió que m hizo bajar en una estación que no era la mía…ese algo fue el recuerdo de mi amiga de la secundaria que no había visto hace mucho… pasé una tarde linda con ella platicando en todos los tiempos…del pasado, del ahora y del futuro… por eso recuerdo azul el día de ayer.
Pero lo triste es que al ser un día maravilloso el de ayer, heme quedado con la impresión de que hoy es un día gris…sin salidas, sin amigos, sin llamadas, sin nadie…espero que mañana sea un día verde...Muy verde.
